Pensamiento de la Semana

JESÚS dijo en una ocasión: “...Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Juan 10:10b). Cuando pienso en esto, no puedo sino llegar a la conclusión, de que el propósito de Dios para con el hombre va mas allá del hecho de proporcionarle existencia física (vida), va hasta el hecho de que Él desea que esta existencia física o vida sea abundante, es decir, que sea plena, rebosante, que posea más de lo necesario de aquellas cosas que realmente proporcionan bienestar a los hombres.

Tú estabas en sus Oraciones


Y él [Jesús] se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra;  y puesto de rodillas oró, diciendo:  Padre,  si quieres,  pasa de mí esta copa;  pero no se haga mi voluntad,  sino la tuya.
Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.
Y estando en agonía,  oraba más intensamente;  y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. (Lucas 22:41-44)

La oración final de Jesús fue por ti. Su dolor final fue por ti. Su pasión final fue para ti. Antes de ir a la cruz, Jesús fue al huerto. Y cuando habló con su Padre, tú estabas en sus oraciones.

Y Dios no podía darte la espalda. No podía porque Él te vio. Y bastó que te mirara una vez para convencerse. Estabas exactamente en medio de un mundo que no es justo. Te vio caer en medio de un río de la vida que no solicitaste. Te vio traicionado por personas que amabas. Te vio con un cuerpo que se enferma y un corazón que se debilita.

En vísperas de la cruz, Jesús tomó la decisión. Prefería ir al infierno por ti que al cielo sin ti.

(Escrito por Max Lucado, tomado del libro "Gracia para todo Momento")

Y tú ¿Qué decides?, Jesús escogió la cruz para que tu y yo tengamos la oportunidad de ir al cielo y no al infierno. Jesús escogió la cruz porque nos amó tan profundamente, que prefirió pagar el precio que demandaba la justicia de Dios por causa de tu pecado y el mío. Eso se llama “REDENCIÓN”. Está a nuestra disposición, a nuestro alcance, la Biblia dice: 

"El mensaje de Dios está cerca de ti; está en tu boca y en tu corazón. Y ese mismo mensaje es el que les traemos: que debemos confiar en Dios. Pues si ustedes reconocen con su propia boca que Jesús es el Señor, y si creen de corazón que Dios lo resucitó, entonces se librarán del castigo que merecen. Pues si creemos de todo corazón, seremos aceptados por Dios; y si con nuestra boca reconocemos que Jesús es el Señor, Dios nos salvará”
(Romanos 10:8-10 Biblia de Lenguaje Sencillo)

Quizás has probado con la religión de tus padres, con las creencias tradicionales, con las creencias orientales, con eso de la vibra o con la santería o cosas por el estilo. Yo te invito a creer en Jesús, el que vivió, murió y resucitó, y que además vive por los siglos de los siglos. 

Te invito a creer en el que te ha amado como nadie lo ha hecho ni lo hará jamás. Te invito a creer en Jesús, a reconocer tu condición de pecado, a aceptar que Su muerte en la cruz fue por ti, y que es el único remedio para tu pecado; a invitarlo a entrar en tu corazón… Él te dará su perdón y te llenará de su gran amor.

Te invito a probar con Jesús, Él no te defraudará.

“El Evangelio no es una religión, es el estilo de vida que Dios diseño para el hombre”
¡Vívelo!