Pensamiento de la Semana

JESÚS dijo en una ocasión: “...Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Juan 10:10b). Cuando pienso en esto, no puedo sino llegar a la conclusión, de que el propósito de Dios para con el hombre va mas allá del hecho de proporcionarle existencia física (vida), va hasta el hecho de que Él desea que esta existencia física o vida sea abundante, es decir, que sea plena, rebosante, que posea más de lo necesario de aquellas cosas que realmente proporcionan bienestar a los hombres.

Metas para el Nuevo Año


Empezar un nuevo año como si fuera cualquier cosa es un gran error. Un año más de vida es un regalo demasiado grande para desperdiciarlo.

El inicio del nuevo año es el mejor momento para reunir las fuerzas y toda la ilusión para comenzar el mejor año de tu vida.

Es una oportunidad para hacer de la vida, la familia y el trabajo algo distinto.

¿Serás capaz de decir desde el inicio del año, que todo será distinto?

¿Eres capaz de estrenar un nuevo amor hacia tu pareja? ¿Serás mejor padre o madre? ¿Serás distinto en tu trabajo, con mejor ánimo? ¿Por qué no intentarlo?

El momento es propicio para reflexionar internamente sobre experiencias pasadas, situaciones presentes y el porvenir. Para aprender del pasado, disfrutar el presente y construir un futuro mejor.

Sí te lo propones, con la ayuda de Dios puedes lograrlo.

Éxito en este nuevo año.

Lismary Reyes de Rada

El Mejor Regalo...

Una vez más y como todos los años ha llegado la navidad, tiempo de celebración en el que recordamos y festejamos el nacimiento del niño Dios.

Un hermoso niño que nació en Belén, que creció y se hizo hombre en Nazaret. Que predicó las Buenas Nuevas de Salvación en diversas ciudades de Israel.

Brindó salud, esperanza y salvación por doquier. Fue crucificado, muerto y sepultado en Jerusalén, de donde también al tercer día de los muertos resucitó.

Un hombre que su vida dio en sacrificio para ofrecer el mejor de los regalos: “El perdón de los pecados y la vida eterna”, para todo aquel que lo reciba.

En esta navidad, en la que nuevamente festejamos Su cumpleaños, qué mejor regalo le podemos brindar que abrirle nuestro corazón e invitarle a entrar y a ser el señor de nuestras vidas.

Una navidad llena de dicha, de paz. Un 2010 lleno de la gracia de Dios, de su maravilloso amor y de la compañía de Jesús en la vida, es lo que deseamos para ti y tu familia.

Juan Carlos, Lismary y Juan Carlos Rada Jr.

Mejor es Dar que Recibir

Has notado que siempre o por lo general usamos este tipo de frases:

  • Me tienes olvidado(a), no me has llamado más…
  • Caray ni un mensajito me mandas…
  • No te escribo más porque nunca me respondes…
  • Yo no visito, porque a mí nadie me visita…
  • Por qué le tengo que dar dinero a esa persona, a mí nadie me da dinero yo tengo que trabajar duro para ganármelo…

Ellas definen parte de lo que es nuestra filosofía de vida. En otras palabras, somos una cultura más dada recibir que a dar. Culturalmente estamos programados para recibir, no para dar.

Esto se ve muy claramente en nuestra práctica religiosa, buscamos a Dios ¿para qué? Para que nos haga el milagrito, nos conceda la petición, para obtener su favor… en otras palabras, siempre para recibir y no para dar. Aclaro, no está mal buscar a Dios para estas cosas, además Él por su gran amor, siempre está dispuesto a dárnoslas. Solo que Dios espera de nosotros, que no solo lo veamos como quien puede hacernos un favor, sino como con quien podemos tener una maravillosa relación de amor.

Olvidamos que nuestro diseñador, “Dios”, nos hizo con todo lo necesario para dar, al punto que quienes han experimentado el privilegio de dar, encuentran mucha más satisfacción cuando dan que cuando reciben.

¿Qué podemos dar? Cualquiera de las cosas que poseemos: dinero, ropa, comida, tiempo, amor, compañía, comprensión, apoyo, perdón, un abrazo, una sonrisa, un buenos días o buenas tardes, un por favor y un gracias… en fin, si meditas un poco en esto, te darás cuenta de que somos más ricos de lo que pensamos, que tenemos mucho para dar y compartir.

Te recuerdo esto que dijo el Señor Jesús: “Uno es más afortunado cuando da que cuando recibe”.

Juan Carlos Rada

Siete Pasos para el Éxito



1. Haga el compromiso de crecer a diario
. Uno de los errores más graves que cometen las personas es tener el enfoque equivocado. El éxito no llega por adquirir, conseguir o avanzar. Llega solo como resultado del crecimiento. Si hace que su meta sea crecer un poco todos los días, no pasará mucho tiempo antes de comenzar a ver los resultados positivos en su vida. El poeta Robert Browning lo expresó así: “¿Por qué permanecer en la tierra si no es para crecer?”.
2. Valore más el proceso que los sucesos. Los sucesos específicos de la vida son buenos para tomar decisiones, pero es el proceso de cambio y de crecimiento lo que tiene valor perdurable. Si usted quiere pasar al siguiente nivel luche por mejorar continuamente.
3. No espere inspiración. El gran jugador de baloncesto Jerry West dijo: “No podrá conseguir mucho en la vida si solo trabaja los días en que se siente bien”. La gente que llega lejos lo logra porque se motiva a sí misma y da lo mejor de sí, a pesar de cómo se sienta. Para triunfar persevere.
4. Esté dispuesto a sacrificar el placer por la oportunidad. Una de las lecciones más importantes que aprendí de mi padre es el principio “Pague ahora, Disfrute después”. En la vida hay que pagar un precio por todo. Usted decide si lo pagará al principio o al final. Si lo paga al principio, entonces disfrutará enormes recompensas al final… y esas recompensas saben mucho más dulces.
5. Sueñe en grande. No vale la pena soñar pequeño. Robert J. Kriegel y Louis Patler, autores del libro “If it Ain’t Broke, Brake it” (Si no está roto, Rómpalo), aseguran: “No tenemos ni un indicio de cuáles son los límites de las personas. Las pruebas, los cronómetros y las líneas de llegada en todo el mundo no pueden medir el potencial humano. Cuando alguien anda en busca de su sueño, sobrepasará sus aparentes limitaciones. El potencial que existe dentro de nosotros es ilimitado y sumamente inexplorado. Cuando usted piensa en límites, entonces los crea”.
6. Establezca sus prioridades. Algo que tienen en común todas las personas exitosas es que dominan la destreza de manejar su tiempo. Lo primero y más importante es que se han organizado a sí mismas. Henry Kaiser, fundador de Kaiser Aluminium y Kaiser Permanente Health Care, dice: “Cada minuto gastado en planificación le ahorrará dos en ejecución”. Nunca recuperará el tiempo perdido, por lo que debe sacar el máximo provecho de cada momento.
7. Sacrifique para crecer. No se consigue nada de valor sin sacrificio. La vida está llena momentos críticos en los que tendrá la oportunidad de cambiar una cosa que valora por otra. Espere esos momentos con los ojos abiertos y asegúrese siempre de cambiar para bien, no para mal.
Si se dedica a seguir estos siete pasos entonces irá mejorando y tendrá éxito. Quizás su crecimiento no sea repentinamente muy obvio para otros, pero usted verá su progreso casi de inmediato. Aunque el reconocimiento de los demás podría llegar con mucha lentitud, no se desanime. Continúe esforzándose. Al final triunfará.

Tomado del libro “Éxito Día por Día” de John Maxwell.
(John Maxwell, reconocido Pastor y autor que ocupa el 1er lugar en una lista de 30 líderes destacados a nivel internacional en el ámbito profesional, empresarial, académico y de asesoramiento en diversos campos según una encuesta realizada por Leadership Gurus Internacional a nivel mundial)
www.johnmaxwell.com
www.injoy.com

¿Es posible hacer lo correcto?

Vivimos en una época de la historia en la que el juzgar si algo es bueno o malo, correcto o incorrecto se ha vuelto una difícil tarea, no porque no se pueda hacer, sino porque la filosofía reinante en la sociedad del siglo XXI es el relativismo, que expresa en palabras simples, que lo que es bueno o correcto para mí no necesariamente lo es para ti; y se basa en la idea de que el hombre es incapaz de alcanzar o descubrir verdades absolutas.

Esto nos obliga a preguntarnos ¿Qué es bueno o malo realmente? O más bien, ¿Puedo saber con certeza lo que es correcto o no?

Podríamos citar algunas fuentes que nos proporcionan parámetros para juzgar si algo es bueno o malo, correcto o incorrecto, estas son:


  • La Conciencia: nos permite percibir las demandas morales de Dios. Es la ley de Dios que por naturaleza está en nuestros corazones.

  • Sentido Común: son el conjunto de valores o principios generalmente aceptados por la sociedad.

  • Las Leyes: conjunto de disposiciones legales que rigen los diferentes ámbitos del hombre, la sociedad o la nación.

  • La Palabra de Dios: La Biblia, expresa las leyes infalibles de Dios, relativas a todos los asuntos de los hombres. Es la única verdad absoluta por la cual Dios desea que el hombre rija todos sus caminos.

Lo lamentable es que a pesar de existir estos parámetros que rigen el comportamiento moral, social, económico y político, parece que al final, el hombre, el ser humano, tiene la tendencia a ajustarlos con el fin de conseguir lo que es de su interés; y donde lo correcto o incorrecto se define en base a las conveniencias personales, económicas o políticas generando el caos social, moral y espiritual.

Pienso que no tenemos excusa para hacer lo que corresponde en cada situación; sin embargo, es potestad de cada uno de nosotros elegir hacer lo bueno y lo correcto o no. Ahora bien, quiero invitarte a reflexionar lo siguiente:


¿Por qué conformarnos con hacer lo que todo el mundo hace, sin importar las consecuencias propias o generadas a terceros aún a sabiendas de que no es conveniente?


¿Por qué aceptar como bueno y correcto aquellos hechos o filosofías propuestas, nada más porque se está haciendo común en una determinada masa de la población?


¿Por qué conformarnos con lo muy poco y perjudicial que nos deja una vida de libertinaje, complacencias y concesiones morales si tenemos la gran oportunidad de escoger lo mejor?


“Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo” (Génesis 4:7).


Finalmente, considero que esta realidad pone de manifiesto la gran necesidad que tiene el hombre y la mujer de hoy de que conocer a Aquel que dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida…” (Evangelio de Juan 14:6), a Jesús, a Dios mismo, y a tomar la Biblia, su Palabra, como nuestra regla de fe y conducta.

Dios es el único, quién por medio de Su Palabra (La Biblia), puede ayudarnos a establecer una verdadera escala de valores que nos faculte para saber escoger lo mejor, en otras palabras, hacer lo correcto.

Juan Carlos y Lismary Rada

Hablamos o escuchamos hablar del caos social, de la cada vez más marcada decadencia de los valores, y muchas veces, sin percibirlo, transgredimos reglas, leyes, normas de vida que afectan la convivencia social.

¿Cómo estás viviendo tu andar diario? ¿Cómo se encuentra tu escala de valores?

¿Quieres saber cómo puedes ser protagonista de cambios que mejoren nuestras relaciones y calidad de vida?

Puedes comenzar por tu hogar, ¿sabes como?:

  • Esposo ama a tu esposa más allá de las palabras,
  • Esposa respeta a tu esposo,
  • Hijos obedezcan a sus padres.

“Fortaleciendo nuestras relaciones familiares, alcanzaremos una mejor calidad de vida”.

Juan Carlos Rada.